microsoft_nokiaQue Nokia estaba en venta era algo que casi todo el mundo daba por hecho. Que Microsoft era uno de los que más cartas tenía para ser uno de los compradores también. Pero a pesar de ser una de las noticias más esperadas, no cabe duda de que la confirmación de que Microsoft ha comprado Nokia no puede dejar indiferente a nadie.

Desde la aparición de Windows Mobile la relación entre Nokia y Microsoft ha sido de lo más estrecha entre ambos al ser el fabricante finlandés el único dispuesto a embarcar en sus terminales el discutido sistema operativo de Microsoft. Esa relación hardware-software fue el comienzo de una historia cuyos acontecimientos se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años de una forma no del todo transparente, veamos cómo y por qúe.

Un caballo de Troya en Finlandia

De entre todas las circunstancias que han envuelto a la adquisición de Nokia una ha llamado poderosamente mi atención. Se trata del rol que ha jugado durante estos 3 últimos años Stephen Elop en Nokia. Si os parece antes de nada pongámonos en antecedentes acerca del individuo en cuestión.

Elop, es un exdirectivo de Microsoft que en el año 2010 con un multimillonario contrato de por medio asumió el papel de CEO de Nokia. Desde entonces sus decisiones han dado mucho que hablar…

En primer lugar decidió acabar con Symbian, el exitoso SO que Nokia embarcaba en sus terminales y que antes de la irrupción de los smartphones era el dominador absoluto en los teléfonos móviles “tontos”. Pero no sólo tomó la decisión de acabar con Symbian si no que lo hizo para sustituir el mismo por Windows Phone, primera decisión cuanto menos enjuiciable. Dar un buen trozo del pastel a tu excompañía es algo por lo que sabes que vas a ser vigilado en el futuro.

Pero no quedo ahí la cosa, Elop no sólo decidió apostar por Windows Phone si no que decidió dar la espalda Android, un sistema operativo con un éxito más que demostrado en el mercado y cuyo potencial ya se intuía con realativa claridad. La mayoría de sus competidores ya había apostado con éxito por el sistema operativo de Google. Samsung, HTC o Sony veían crecer sus resultados de ventas gracias a la apuesta por Android, pero por lo visto eso no fue suficiente argumento para convencer a Elop de la conveniencia de apostar por él.

Los resultados de este cúmulo de decisiones no tardaron en salir a la luz. Despidos, cierre de fábricas, pérdida de cuota de mercado,…todo lo necesario para acabar como una empresa cuya única solución era ser subastada.

Y es que es cuanto menos sorprendente que en 3 años se consigan unos resultados tan esclarecedores. La cuota de mercado de smartphones de Nokia ha pasado de un 23% en la llegada de Elop a un mísero 3% en el momento de la adquisición por parte de Microsoft. La empresa ha sido vendida por 5.400 millones de euros, un valor muy inferior al que Google necesitó desembolsar para adquirir la división de terminales móviles de Motorola (9.800 millones de euros).

No parece descabellado a la vista de los hechos que todo haya sido una estrategia a largo plazo de Microsoft para debilitar a Nokia y poder adquirir la misma a un precio muy inferior al que seguramente tendría si otras decisiones se hubieran tomado.

Pero aún queda una vuelta de tuerca más en el asunto. Para terminar con la jugada maestra da la casualidad que Steve Ballmer va a dejar el puesto de CEO de Microsoft y ¿sabéis quién es según los expertos el máximo aspirante a sustituirle? Pues ni más ni menos que Stephen Elop, un directivo capaz de llevar a la ruina a una compañía que durante años ha sido el referente de la innovación tecnológica. ¿Son suficientes los méritos de Elop para ser elegido CEO? Desde el punto de vista de Nokia es evidente que no, desde el de Microsoft es muy difícil conseguir más en menos tiempo.

¿Y ahora qué?

Pero bueno una vez dejado de lado toda la polémica que ha rodeado al caballo de Troya, ¿qué escenario se plantea ahora? Por primer vez Microsoft va a disponer de las herramientas necesarias para fabricar terminales con sus propios medios sin depender de un tercero. ¿Qué le permitirá esto? 

En primer lugar Microsoft va a mejorar notablemente el rendimiento económico de sus operaciones en el mercado de terminales móviles, ya que va a pasar de ingresar los aproximadamente 10€ que ingresaba de cada terminal de Nokia con Windows Phone vendido a la totalidad del coste del teléfono.

Desde el punto de vista funcional, Microsoft va a poder disfrutar de la flexibilidad que aporta poder diseñar hardware y software uno a medida del otro. Algo de lo que ya podían presumir Apple y Google y cuyos resultados han quedado más que demostrados. Ahora se depara una apasionante batalle entre Apple y su iPhone, Google y su Moto X y Microsoft y sus futuros terminales.

Con todo la noticia admite varias lecturas. Desde un punto de vista empresarial y de confirmarse las sospechas en cuanto a los movimientos de Elop y su caballo de Troya, Microsoft ha recodigo los resultados de su maquiavélico plan que le ha permitido adquirir una gran compañía por un coste muy competitivo y le ha aportado un valor que hasta ahora no disponía, el de consolidarse como fabricante HW.

Por otro lado desde el punto de vista del usuario un nuevo jugador se sienta a la mesa de la telefonía móvil y eso siempre va a aportar algo positivo en forma de competetividad, mejora continua y ajuste de márgenes, por lo tanto algo ganaremos con el movimiento. Estaremos pendientes de los movimientos, es posible que el primero sea el nombramiento del conductor del caballo de Troya como máximo responsable de una de las mayores compañías tecnológicas del planeta.