Han pasado unos días desde el ansiado keynote de Apple del 9 de Septiembre. Apple había vuelto a conseguir lo que pocos son capaces de hacer, mantener durante minutos antes del evento a sus adeptos pegados a cualquier pantalla capaz de reproducir un streaming.

Es obvio que a Apple hace tiempo que no se le puede juzgar únicamente por su tecnología, se trata de una marca que va mucho más allá. Una especie de religión, pasión o cultura, pero no debemos olvidar que para llegar a eso Apple ha tenido que crear dispositivos que han cambiado la sociedad de forma constante durante los últimos 30 años.

No sé muy bien por qué, pero en todo lo concerniente a Apple parece que es necesario justificar las opiniones que uno pueda dar. Es por ello que quiero dejar bien claro antes de comenzar el artículo de hoy que ni soy un anti - Apple ni uno de los que pasan la noche a las puertas de un Apple Store. Soy un feliz usuario de iPad y durante muchos años he llevado varios modelos de iPhone en mi bolsillo.

Dos visiones de la keynote

Dicho esto, bajo mi punto de vista el evento del otro día permite varias lecturas.

Por un lado hay una lectura que lo puede interpretar como un acto memorable en el que Apple dio paso a dos nuevos dispositivos que prometen dar muchas alegrías a los de Cupertino, el iPhone6 y el Apple Watch. Se trata de los dos buques insignia para el años 2015 y en ambos Apple ha invertido muchos esfuerzos a todos los niveles.

Al margen de eso Apple también presentó otros servicios interesantes como Apple Pay que pretende modificar nuestra conducta de pago, un tema extremadamente sensible y que veremos si consigue sacar adelante. En definitiva una combinación de interesante noticias que iban a dar mucho que hablar.

Pero el evento también permite otra lectura y ésa es la que voy a intentar ofreceros yo hoy.

Si analizamos desde otro punto de vista la keynote del otro día podríamos extraer las siguientes conclusiones:

iPhone6/iPhone 6 Plus

Apple ha tardado en sacar al mercado un smartphone de gran formato 1-2 años más que su competencia sin ofrecer una sola característica que lo diferencie de ellos más allá de los fríos números que pueden ofrecer los benchmark de rendimiento o los MP de la cámara...tengo esta sensación desde hace mucho tiempo en lo relativo a iPhone, se trata de pequeñas evoluciones pero no hay revoluciones.

Sin duda es un teléfono con unos acabados increíbles y no defraudará a nadie que lo compre, pero no deja de ser un teléfono más dentro de un mercado repleto de terminales de gama alta.

Apple Watch

Apple ha prometido para principios de 2015 algo que otros fabricantes están vendiendo desde hace varios meses. Con mayor o menor nivel de funcionalidad, pero el producto está ahí fuera y Apple vendrá a mejorarlo (o no), pero no a crearlo.

De lo que no tengo ninguna duda es de que hasta que Apple no saque al mercado el Watch no se producirá un movimiento social que convierta en una "necesidad" el tener un reloj inteligente. Y que una vez que eso ocurra el mundo se planteará si el reloj que quieren llevar será el de Apple u otro, pero el que de verdad va a conseguir ese cambio social no tengo ninguna duda que será el Apple Watch.

Se trata de dos puntos de vista bien diferentes pero creo que definen algo que va más allá de la presentación de unos nuevos productos, definen un cambio en Apple que se venía intuyendo desde hace varios años.

DE INNOVACIÓN Y EXCELENCIA A SOLO EXCELENCIA

Siempre he sido un amante de la forma de ver la vida de Steve Jobs y en muchas ocasiones parafraseo una de sus más célebres citas:

[quotes align="center" author="Steve Jobs"] "Innovation distinguishes between a leader and a follower" (La innovación distingue entre un líder y un seguidor)[/quotes]

Steve podía permitirse perfectamente pronunciar estas palabras porque era su forma de vida, el había creado una marca que marcaba la diferencia a través de la innovación, a través de la capacidad de crear conceptos y productos que no existían, de generar en el usuario nuevas necesidades que no sabíamos que íbamos a tener,...Eso era Apple.

Y digo era porque desde la triste desaparición de Steve, Apple parece que ha decidido cambiar el rumbo de la compañía, de forma acertada o no. Parece haber decidido convertirse en una marca de productos con unos acabados indiscutibles, unas funcionalidades tremendas y un rendimiento óptimo, dispositivos que siempre van a considerarse de gama alta,...pero también ha decidido dejar de intentar cambiar el mundo.

Puede que sea una casualidad, puede que sea el resultado de un mercado mucho más desarrollado o simplemente puede que sea porque Steve Jobs no hay más que uno, pero hecho en falta volver a sentir que Apple es capaz de cambiar el mundo que nos rodea. Esa cara de asombro cuando uno vio por primera vez el iPhone o cuando usó por primera vez un iPad son cosas que Apple debe intentar volver a conseguir.

Con todo esto simplemente queda a las claras que el éxito de una empresa tecnológica puede ser alcanzado de muy diversas maneras. Hasta hace bien poco Apple marcaba la diferencia a través de la creación de productos innovadores (iPod, iPhone, iPad,...) que venían a crear un nuevo mercado, ahora Apple crea productos que respiran excelencia por los cuatro costados pero en los que el nivel de innovación no tiene nada que ver con el de antaño.

Son dos formas muy diferentes de convertirse en un indiscutible referente del mundo tecnológico, pero me queda la duda de saber si ambas permiten alcanzar el grado de fidelidad que Apple tiene a día de hoy con sus seguidores. El tiempo dirá.