Supongo que muchos de vosotros habréis escuchado durante las ultimas semanas, incluso meses muchas noticias alrededor de los dos líderes mundiales del mercado de teléfonos inteligentes (Apple y Samsung) y la guerra de patentes que han mantenido. Una batalla que abre la puerta a la reflexión acerca de la idoneidad del uso de las patentes y de cómo las mismas pueden definir la estrategia comercial de una compañía de base tecnológica.

Vayamos al origen del problema. Apple con el lanzamiento de su iPhone dejó temblando el mercado de la telefonía móvil allá por 2007. Sólo unos cuantos privilegiados tuvieron (bueno tuvimos) acceso a aquel teléfono capaz de reunir alrededor de un pequeño terminal de solo 3,5" la atención de toda una mesa. Se trataba de uno de esos dispositivos que uno sabía que no eran una evolución. No sólo se le habían quitado las teclas, era algo más. Apple lo había vuelto a hacer, había nacido un nuevo mercado. De eso no creo que nadie tenga dudas...del resto de este post no estoy tan seguro.

Como ocurre con el resto de equipamiento de esta y otras marcas el flamante iPhone de Apple estaba compuesto por elementos de diferentes fabricantes. Unos le fabricaban la pantalla, otros la memoria, para otros quedaba el procesador,...y de todos ellos quizás Samsung fue el encargado de absorber el mayor nivel de responsabilidad al ser el responsable de la fabricación del procesador y la memoria del terminal. A pesar del secretismo que supongo que existirá entorno al desarrollo de este tipo de terminales cuyo impacto mediático está directamente ligado a la capacidad de mantener en secreto el producto final, es obvio pensar que los proveedores de componentes deben estar más o menos informados del aspecto y funcionalidades de dicho producto. Y no sólo eso sino que también lo estarán de la forma en que las mismas son llevadas a cabo a nivel interno en el dispositivo.

Pues bien el problema que ha surgido entre Samsung y Apple nace de esta fase de colaboración a la hora de desarrollar el iPhone. Por aquel entonces Samsung no era un competidor de Apple en el sector de los teléfonos inteligentes, pero el paso del tiempo y la explosión de ese mercado que Apple en gran medida potenció, llevó a Samsung a entrar de lleno en la batalla por sacar el mejor smartphone del mercado. Y es aquí donde surgió el conflicto de intereses entre ambas compañías. Samsung llevó a cabo el desarrollo de su propio terminal (Samsung Galaxy) y decidió implementar en el mismo ciertas funcionalidades que se parecían sospechosamente a las que el terminal de Apple empleaba en su día y que como suele ser habitual los de Cupertino habían patentado una por una.

Y es este hecho el que invita a llevar a cabo una reflexión acerca de los usos (adecuados o no) que los fabricantes hacen de las patentes. A pensar acerca de los mecanismos de protección de la propiedad intelectual que el sistema pone a disposición de una marca, o mejor dicho de analizar qué puede o debe ser protegido a través de patentes y qué no.

Para que os hagáis una idea de a lo que me estoy refiriendo vamos a ver en detalle cada una de las patentes que han hecho ganar el famosos juicio a Apple.

Patente 163: Agrandar documentos pulsando en la pantalla

Esta patente responde a la funcionalidad de los terminales de Apple en los que un doble toque sobre la pantalla agranda un elemento o centra un texto en la pantalla. Se trata de una característica que interactúa tanto a nivel hardware como software con el terminal y que supone una diferenciación importante con los competidores en cuanto a la experiencia de uso del usuario final con lo que la posibilidad de patentar esta funcionalidad puede ser considerada interesante. Según el veredicto del juez Samsung ha violado esta patente en un total de 12 dispositivos.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 163).

Patente 381: Rebote de fin de pantalla

Se trata de la funcionalidad mediante la cual cuando una aplicación o pantalla llega al final de su scroll la interfaz ofrece un suave rebote que avisa de ese final. Al igual que ocurriera con la patente anterior me parece una característica que mejora y diferencia la experiencia del usuario final con lo que comparto la opinión de que puede ser un elemento patentable. Según el veredicto Samsung ha violado esta patente en un total de 21 terminales.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 381).

Patente 915: distinción entre gestos con un dedo y más de un dedo

Los iPhone permiten llevar a cabo un cierto número de funcionalidades a través del uso de gestos con más de un dedo, siendo el más famosos de ellos el zoom sobre los objetos de la pantalla. Esta funcionalidad sería quizás la más comercial de la marca y soy de la opinión de que en efecto la patente puede estar justificada. Samsung ha violado esta patente en un total de 21 modelos.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 915).

Patente 087: Diseño del iPhone (color blanco)

Aunque pueda parecer mentira Apple ha patentado el diseño fundamental y la forma de su iPhone, lo cual quiere decir que su estructura rectangular y su color pertenecen a Apple. En este punto no puedo estar de acuerdo ya que suena realmente ridículo que se pueda otorgar una patente que evite que otros competidores puedan usar la forma rectangular redondeada y el color blanco para el desarrollo de sus modelos. Samsung ha hecho un mal uso de esta patente en 12 de sus terminales.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 087).

Patente 677: Diseño del iPhone (color negro)

Al igual que ocurriera con la patente anterior del terminal en color blanco la forma y color del modelo en color negro está patentada por Apple y al igual que ocurriera con la anterior no comparto la naturaleza de la misma, no parece un mecanismo de protección ante copias si no una estrategia para eliminar competencia.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 677).
 

Patente 305: Interfaz con recuadros redondeados

El hecho de emplear como iconos en la interfaz del teléfono recuadros con bordes redondeados también supone una vulneración de una de las patentes de Apple. Este es otro elemento cuya patente considero del todo ridícula. ¿Qué valor añadido aporta el empleo de iconos con una u otra forma? Este hecho afecta a 13 terminales de Samsung.
 
Podéis ver un detalle de esta patente en el siguiente PDF (Patente 305).
 
Después de todo cabe llevar a cabo una reflexión acerca de las políticas de uso de las patentes que hacen las empresas relacionadas con tecnología. Como queda bien a las claras en el caso concreto que acabamos de ver existen patentes que pueden ser consideradas lógicas y otras que resultan a todas luces ridículas. Incluso estoy seguro de que la gran mayoría de vosotros no comparte mi opinión, pero no se puede negar que es algo que invita cuanto menos a pensar en ello.
 
El punto de partida antes de pensar en si son un tipo u otro de patente es pensar en el objetivo fundamental de las mismas. En mi punto de vista particular el objetivo de una patente es proteger una idea por su carácter innovador o diferencial, en ningún caso debe ser empleada para eliminar o limitar a la competencia.
 
Es más me atrevo a decir que el verdadero éxito de una innovación radica en no necesitar patente alguna para proteger tus avances ya que cuando se alcanza la verdadera innovación nadie será capaz de llegar a alcanzar tus resultados.

Y vosotros ¿qué opináis acerca de esta batalla entre Apple y Samsung? ¿Qué opinión tenéis del empleo de patentes en el mercado tecnológico?