Si recordáis hace unas semanas comentamos largo y tendido acerca de los cambios que el sector TIC estaba sufriendo como consecuencia, entre otras cosas, de la crisis. Como conclusión de aquella entrada pudimos extraer que el mercado está tendiendo a un entorno con pocos fabricantes y que los mismos eran ahora capaces de abarcar los proyectos extremo a extremo; desde el terminal de usuario hasta el último cable de nuestro data-center.

Esta circunstancia da que pensar acerca de lo bueno y lo malo que conlleva confiar en un fabricante único para el desarrollo de nuestros proyectos. Es un debate que está ahí desde hace muchos años, pero precisamente ese cambio en el sector TIC invita a retomar el asunto.

Estoy seguro de que podríamos iniciar un debate que posiblemente no terminara nunca, en el que cada uno defendería su opinión en base a parámetros que en muchas ocasiones no van más allá del cariño que uno tenga a una determinada marca, ya sea por sus numerosas certificaciones o simplemente por afinidad con su contacto de turno. Partiendo de esta premisa que como es obvio también afecta a quien escribe estas líneas vamos a intentar analizar de la forma más objetiva posible cómo puede esta circunstancia afectar al desarrollo de un proyecto.

Si lo pensáis bien hace no demasiado tiempo el debate entre los partidarios de proyectos monofabricante o multifabricante podía resumirse como el debate entre los fieles y los infieles a Cisco. No existían fabricantes que pudieran abarcar tanto en un proyecto como el gigante americano. Esto ha cambiado y ha llevado el debate a otro nivel de interlocución. Ahora sí es necesario pensar en los beneficios que Cisco o cualquiera de los otros fabricantes con esa capacidad de cobertura en un proyecto pueden aportar. Posiblemente el fabricante que antes usaba esa circunstancia como arma arrojadiza contra Cisco la esté usando actualmente para su propio beneficio.

Y bien con todo, ¿en qué nos puede beneficiar confiar en un único fabricante para el despliegue de un proyecto TIC?

Para analizar detalladamente las ventajas y desventajas que podría tener este enfoque en un proyecto os propongo evaluar en detalle las principales herramientas de venta con las que suele asociarse un proyecto monofabricante para ver hasta qué punto puede ayudarnos esa filosofía en el despliegue de un proyecto.

Interoperabilidad

Ya hablamos hace no demasiado tiempo de la interoperabilidad en Telequismo. Y la principal conclusión a la que llegamos fue la necesidad de que nuestras infraestructuras estuvieran en la medida de lo posible basadas en estándares. De ser así la interoperabilidad entre diferentes fabricantes estará más que asegurada y con ella se alargará el tiempo de vida de nuestra red. Es más el hecho de apostar por una solución multifabricante obliga de forma indirecta a los administradores de IT a apostar por estos estándares como base para sus implantaciones dado que de no ser así sí correrían el riesgo de encontrar incompatibilidades en su red y esto a la larga beneficia a cualquier red corporativa.

Complejidad de la red

¿Son más complejas las redes multifabricante que las monofabricante? Este aspecto tiene una relación directa con lo que comentábamos con anterioridad. Si apostamos por una red multifabricante estamos obligados a apostar por sistemas basados en estándares y esto tiene como consecuencia directa el despliegue de redes más sencillas. Quizás los diseños a realizar requerirán de un cierto esfuerzo pero a la postre los mismos aportarán beneficios al cliente en forma de redes con un alto grado de compatilibilidad, flexibilidad y durabilidad.

Staff técnico

También suele asociarse la necesidad de equipos de IT más extensos al despliegue de soluciones multifabricante, ¿pero esto es realmente así? Pensémoslo bien. Supongamos una red empresarial de cierto tamaño, en su departamento IT existirán casi con total seguridad diferentes perfiles para la gestión de los diferentes elementos de su red (electrónica de red, WLAN, ToIP, seguridad,…). ¿Qué más dará que cada uno de ellos sea de un solo fabricante? Creo que lo único necesario es disponer de un especialista tecnológico, no de un especialista de un determinado producto.

¿Qué haríamos si no en el caso de que por uno y otro motivo tenemos que cambiar de fabricante en un determinado nivel de red? ¿Cambiamos nuestro departamento? La solución está en buscar un equipo multidisciplinar cuya capacitación no se limite a un determinado fabricante. No nos engañemos quien sabe de switching, sabe de switching y puede aplicar su conocimiento sin importar en demasía el logo que aparezca en el frontal de sus equipos. Además de esta manera conseguiremos en cierta manera dinamizar las labores del staff técnico obligándoles a estar a la última en las diferentes tecnologías TIC del mercado.

Costes de equipamiento y mantenimiento

De este concepto podríamos hablar largo y tendido, pero bajo mi punto de vista un proyecto monofabricante ofrece ventajas y desventajas para un cliente. Es obvio que a nivel económico un fabricante va a ser más agresivo cuanto mayor sea su volumen de venta en un cliente lo cual es positivo, pero sólo un punto de partida. ¿Por qué digo esto? Pues porque si uno realiza una visión a un medio o largo plazo (qué poco de esto hay en España) puede pensar sin equivocarse demasiado que los precios que maneje dicho fabricante para ampliaciones, renovaciones o sustituciones serán bastante menos atractivos de lo que fue la oferta de entrada en el cliente. La razón es muy sencilla, ahora es el cliente el que necesita al fabricante y no al revés. Si queremos ampliar nuestro servidor de comunicaciones unificadas y hemos confiado en el producto de ACME, ACME sabe que le vamos a llamar y allí estará esperando con la guadaña en la mano, no lo dudéis.

Plataforma de gestión única de la red

Este es otro de los aspectos que más se ha empleado históricamente para defender las soluciones monofabricante y a mí personalmente me parece una de sus principales ventajas…siempre y cuando sea realmente así. ¿Por qué digo esto? Pues muy sencillo; muchos de estos fabricantes end-to-end como comentamos en su día llegaron a ese nivel de portfolio gracias a la adquisición de otras compañías y en la gran mayoría de ocasiones las herramientas de gestión de esa parte comprada de portfolio no se integran en las herramientas del propio fabricante. Es decir aunque apostáramos por un único fabricante vamos a seguir teniendo una herramienta para administración de switches y routers, otra para gestionar nuestra red WiFi, otra para nuestras políticas de seguridad,…y llegados a este punto sinceramente no me importa que cada una de ellas tenga los mismos o diferentes colores, ¿no creéis? En el caso de que esa integración sea real este factor sí me parece determinante para apostar por una solución monofabricante, pero de mi experiencia puede decir que pocos fabricantes pueden presumir de ello.

Ya por último existen otros factores intangibles que también deben ser tenidos en cuenta. Por ejemplo disponer de una red monofabricante puede llevar a este último a un cierto acomodo con nuestra cuenta en la que las ventas llegan por sí solas y en la que el esfuerzo comercial a realizar decae considerablemente.

Por otro lado no debemos olvidar que generar competencia es una de las mejores herramientas para reducir nuestros costes con lo que nunca debemos dejar pensar a un fabricante que le necesitamos sí o sí.

Otro factor a evaluar es la implicación que un nuevo fabricante va a tener con un proyecto en el que ya existe otro fabricante. El simple hecho de intentarse hacer notar frente al existente resultará en grandes beneficios para el cliente, y no hablo sólo de beneficios económicos, sino de servicio y soporte.

Por último hay otra circunstancia que no debemos dejar de lado, ¿habéis imaginado que pasaría si tras haber invertido centenares de miles de euros en un fabricante único éste pasa por un mal momento y tiene que cerrar? Mejor no pensarlo, verdad...

Con todo, tras analizar todos los factores en detalle mis conclusiones son básicamente dos. En primer lugar que el camino óptimo para obtener la mejor red posible pasa por analizar cada proyecto de forma individualevitar que los fabricantes puedan deslumbrarnos con espectaculares ofertas económicas por una compra conjunta que puedan nublar nuestro juicio tecnológico a las soluciones.

Y en segundo lugar que es incuestionable la necesidad (sobretodo si decidimos apostar por una solución multifabricante) de apostar por soluciones basadas en estándares. De esta forma podremos evaluar los proyectos sin preocuparnos si los mismos van a entrar en incompatibilidades entre sí. Si tras evaluar independientemente todos los proyectos llegamos a la conclusión que la mejor solución para todos y cada uno de ellos corresponde a un único fabricante, ¡apostemos por él sin dudarlo!

¿Y vosotros qué opinión tenéis acerca de los proyectos multi o monofabricante? ¿Preferís apostar por un fabricante único en vuestros proyectos TIC? ¿Habéis vivido en vuestras carnes algunas de las circunstancias que he mencionado con anterioridad?