Supongo que muchos de vosotros, como yo, vivisteis hace no tanto tiempo arduos debates acerca de las bondades y beneficios que la inmensa mayoría de los principales fabricantes mundiales de WiFi prsentaban de sus novedosas arquitecturas centralizadas.

Se acabaron los puntos de acceso como los conocíamos hasta la fecha, ahora todo debía ser gestionado por un ente central que lo dominaba todo, la controladora wireless. Los otrora fundamentales puntos de acceso se habían convertido en meras antenas que conectaban los clientes con la madre de la red, la controladora wireless. Es más de forma casi despectiva todos pasamos a llamarlos APs tontos. Aún se oye el frotar de manos de los fabricantes de hierro del mundo. Un nuevo elemento por el que cobrar un dineral y cuyo valor no era difícil justificar. Era la madre de la red, la indispensable. Toda red WiFi que se preciara necesitaba una. Sus licencias habrían otro mercado...¿funcionalidades software en redes WiFi? Ahora sí se podían vender...

Ironía aparte, ese cambio supuso un gran impacto en las principales redes inalámbricas desplegadas por el mundo. La nueva arquitectura coincidió con el boom de las redes WiFi, con lo que podríamos concluir que la inmensa mayoría de los grandes despliegues existentes están basados, bajo mi punto de vista con buen criterio, en esa arquitectura centralizada. Las redes inalámbricas viraban en aquel entonces a un nuevo escenario que permitía abaratar el valor de los puntos de acceso para repercutir el mismo en ese nuevo elemento, la controladora wireless.

Pues bien, supongo que os preguntaréis a qué viene tanto hacer memoria de algo que no hace tanto que ocurría. La razón es bien sencilla, el mercado ha vuelto a sus orígenes. O mejor dicho está mezclando sus orígenes con el presente y futuro de las redes WiFi. Es decir, se acabó el llamar puntos de acceso tontos (algunos los llaman ligeros) a esos aparatos de cientos de euros que nos hacen la vida mejor. La tendencia es volver a dotarlos de cerebro, y no precisamente un cerebrito.

¿Y a qué se debe este repentino cambio? Pues la razón es bastante sencilla. Si uno multiplica 100x54 Mbps obtiene 5.4 Gbps, si una multiplica 100x300 Mbps obtiene 30 Gbps. Esa es la diferencia entre el trafico que tiene que gestionar una controladora de una red de 100 APs trabajando en 802.11b/g y una haciéndolo en otra red sobre 802.11n. ¿Se necesitaría una máquina potente verdad? Y si a eso le sumamos procesos de encriptación, autenticación, calidad de servicio,...Supongo que como a mí se os vendrá a la cabeza un único símbolo, el €...

¿Y que me decís de esos entornos multisede en los que todo el tráfico de nuestra red inalámbrica debe alcanzar nuestra controladora a través de una escuálida ADSL española? Sería realmente complicado pensar en implantar esa arquitectura centralizada sobre 802.11n en una red de esa naturaleza.

Y como siempre ocurre cuando hablamos de tecnología se debe mirar incluso mas allá, y la futura aparición del protocolo 802.11ac complicaría más aún esta situación dadas sus previstas prestaciones de capacidad (1 Gbps).

Pues por todo ello es por lo que los principales referentes del sector han decidido apostar por una arquitectura mixta en sus nuevas soluciones WiFi. ¿Y en qué consisten esas arquitecturas? Pues básicamente en distribuir el trabajo de la red entre los puntos de acceso y las controladoras. Es decir, los puntos de acceso realizarán ciertas funciones y las controladoras otras. DHCP, portal cautivo, autenticación, calidad de servicio, enrutamiento,...estos servicios se parametrizarán en función de cada red para que los mismos sean provisionados al usuario final desde el punto de acceso o la controladora wireless.

Y de entre ellos parece que sin duda la capacidad de local-switching la que más a menudo será realizada por el punto de acceso. Se trata de la posibilidad de que un punto de acceso sea capaz de conmutar los paquetes como si de un switch se tratara. Esta función libera enormemente la carga de tráfico de la red, mejorando el rendimiento de las mismas, en especial la de esos escuálidos enlaces WAN a los que tan mal acostumbrados estamos en España.

Aruba con su solución InstantMotorola con su flamante actualización Wing5 o Enterasys con sus APs 3630/3640 están apostando fuerte por esta nueva tendencia y si estos gigantes lo hacen llevarles la contraria resulta cuando menos osado.

Como el post de hoy ha sido largo y no tendréis ganas de seguir leyendo os dejo unos interesantes vídeos que nos hablan de estas nuevas arquitecturas:

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