De entre los numerosos proyectos que Google se trae entre manos hay uno que por su particular naturaleza atrajo toda mi atención hace un par de semanas. No sé si será por su especial relación con las telecomunicaciones, por su nivel de innovación o sencillamente porque me parece IMPRESIONANTE. Os hablo de Project Loon, la última locura de los de Mountain View.

Os aseguro que tenía la intención de intentaros definir con todo detalle en qué consiste el proyecto, pero sinceramente me parece tan buena la explicación que se recoge en este vídeo que me da hasta vergüenza intentar hacerlo por mi cuenta. No os perdáis lo que se les ha ocurrido a los genios de los anteojos:

Como habrés podido comprobar el proyecto es extremadamente ambicioso (como casi todo lo que se propone la gente de Google) y tengo la sensación de que si consigue superar los diferentes obstáculos que le aparecerán por el camino puede ser una auténtica revolución que permitirá acabar con la brecha digital existente en numerosas áreas del planeta...pero no nos engañemos estos obstáculos aparecerán.

El primero que se me ocurre está relacionado con el ámbito de actuación de la red. Como bien habréis podido comprobar en el vídeo la idea es que la infraestructura de globos propuesta para dotar del servicio viajen a través de la misma latitud de forma que entre ellos puedan solapar sus coberturas. La idea que en su concepto es genial tiene algunas limitaciones y no precisamente tecnológicas. En según que zonas del planeta hacer que las infraestructuras de telecomunicación sean comunes para una misma latitud puede ser considerado cercano a una utopía. Os invito a que echéis un ojo a un mapa del mundo y tracéis líneas horizontales a través de él. ¿Habéis comprobado países que comparten esa misma línea? Pues estoy seguro que una de ellas os habrá llamado la atención. Estados Unidos comparte latitud (y sus correspondientes globos) con Irán, Afganistán e Irak, casi nada. Está claro que internet debe ser considerada una red sin fronteras y ésa es la base de su desarrollo, pero si pensamos desde un punto de vista práctico parece difícil pensar que esa compartición de infraestructuras pueda ser llevada a cabo.

Pero no debemos dejar que esos posibles obstáculos nublen lo que me parece una idea extraordinaria tanto por su valor tecnológico como por su impacto social, ya que el proyecto permitiría hacer llegar Internet a casi todo el planeta proporcionando una igualdad de acceso que en la actualidad no está ni cerca de ser alcanzada.

Para mí la principal conclusión de todo esto es que se trata del tercer proyecto de Google que se centra en infraestructuras de telecomunicación tras Google Fiber y Google White Spaces. Este hecho debe invitar a la reflexión a fabricantes, reguladores y proveedores de servicio. Las telecomunicaciones siguen siendo un negocio que seguramente necesite un reenfoque, una apuesta por la innovación como base fundamental para el crecimiento de las infraestructuras. Google lo está haciendo, ¿estarán locos?