Aún recuerdo el día que me dejaron encima de mi mesa la caja de mi flamante Microsoft Surface Pro 4. En teoría eran todo mejoras respecto a mi anterior Lenovo u430 con el que sinceramente estaba (y estoy) encantado, pero precisamente por lo encantado que estaba con él tenía reticencias a ese cambio...

¿Estar "a la moda" sería algo positivo o perdería alguna de las prestaciones a las que no estaba dispuesto a renunciar? Al fin y al cabo el ordenador es el dispositivo con el que más tiempo comparto a lo largo de un día con lo que necesito tener un feeling muy especial con él.

Muchas cuestiones me planteaban dudas. ¿Sería capaz de usar todas mis aplicaciones sin notar diferencia de rendimiento? ¿Tendría la autonomía necesaria para mi uso habitual? ¿La ergonomía cubriría mis necesidades? ¿Puestos a invertir no valdría la pena apostar por un Ultrabook?

Pues bien a lo largo de este artículo pretendo responder a esas y otras preguntas que puede que muchos de vosotros os estéis haciendo ahora mismo, estructurando el análisis en los conceptos que para mí son fundamentales a la hora de tomar una decisión cuando queremos comprar un portátil o convertible: rendimiento, usabilidad, conectividad y autonomía.

Rendimiento

Como es obvio la medida del rendimiento del equipo depende mucho del uso que cada uno vaya a darle. En mi caso particular yo hago un uso relativamente exigente de herramientas como Excel o Qlik Sense para la elaboración de informes y tratamiento de datos. En especial en el caso de Excel con mi anterior Lenovo no eran pocas las veces que tenía que dejar al equipo un tiempo para poder realizar ciertos cálculos.

Además trabajo para temas de diseño con Adobe Photoshop e Illustrator. A ello hay que sumar aplicaciones como Wireshark, Link Planner o Autocad que a pesar de no usarlas con tanta asiduidad si las necesito en mi día a día.

Y por último también uso de forma continuada Spotify que suena en mi cabeza casi todo el tiempo que estoy delante del ordenador.

Como veis es difícil clasificar mi perfil de uso por eso he preferido dar un detalle que permita entender lo que necesito que me ofrezca la máquina con la que comparto todos mis días.

Con todo eso, nunca he notado una limitación en el rendimiento del equipo, más bien todo lo contrario, me atrevería a apostar que ha conseguido superar a mi amado Lenovo U430 que tantas alegrías me había dado. En el caso de Excel que es quizás la única herramienta que sí encontró en algún momento las "cosquillas" a mi anterior equipo ahora le cuesta más mostrar el tan poco deseado mensaje de "Calculando" que es la traducción de un "No tengo CPU para poder hacer lo que me pides en tiempo real".

Usabilidad

La usabilidad es quizás la gran diferencia de este tipo de dispositivos y bajo mi punto de vista el elemento que debe hacer a alguien evaluar si vale la pena adquirir uno de estos equipos convertibles. En mi caso la experiencia está siendo inmejorable.

Por un lado como ya os contaré en detalle en otro artículo mi forma de trabajo ha cambiado radicalmente. En mi día a día hasta tener la Surface tenía la costumbre de apoyarme en una libreta para la toma de notas, realización de esquemas y otro tipo de tareas. Eso me suponía un problema no sólo a nivel de transporte (es un engorro llevar siempre ese compañero de viaje) si no a la hora de localizar información que sabía que había tomado pero no conseguía localizar. Esto último era un problema real, muchas veces por mucho que se tomen notas es difícil localizar un dato concreto dentro de dichas notas porque uno no se acuerda dónde lo ha escrito.

Con la Surface mi día a día ha cambiado radicalmente, convirtiéndose en un cuaderno electrónico que ha sustituido al 100% la libreta tradicional.

Pues bien desde que tengo la Surface, he convertido a OneNote en mi bloc de notas. Gracias al Surface Pen incluido con el equipo la toma de notas es una experiencia impresionante. No sólo me permite almacenar toda la información necesaria si no que a través de su OCR (parece increíble que a veces pueda entender lo que escribo) soy capaz de indexar y buscar dentro de mis notas sin ningún problema.

Surface Pen
El Surface Pen es un complemento óptimo para la Surface Pro 4 de cara a convertirla en un Bloc de Notas digital

Hablando del Surface Pen otro complemento aún más importante que el fabuloso bolígrafo es sin duda el Type Cover, el complemento que actúa como funda y teclado del equipo. La experiencia de uso del teclado es óptima, en ningún momento sientes que estás usando uno de esos teclados adaptados para tablets en los que acertar con la tecla adecuada es como una lotería. Además al estar retroiluminado permite trabajar en la oscuridad sin ningún problema. Extraña mucho que Microsoft no haya incluido el Type Cover como elemento de su pack básico (algo que sí ha hecho con el Surface Pen) ya que el porcentaje de usuarios que usarán el equipo sin el Type Cover debe ser muy muy reducido.

Si tienes pensado usarla habitualmente sobre tus rodillas o sobre superficies no regulares quizás la Surface no sea tu mejor elección.

Al respecto de la usabilidad del equipo otro aspecto muy importante a tener en cuenta es saber dónde y como va a usarse el equipo. Hay que tener en cuenta que como es lógico el formato del equipo puede resultar incómodo para ser usado sobre las rodillas o cualquier otra superficie no regular, que lo tengan en cuenta aquellos que tienen pensado usarlo de esta manera porque no es precisamente su escenario de uso más cómodo...

Conectividad

Éste es posiblemente uno de los elementos que más "hándicap" representa en el equipo. La Surface Pro 4 sólo ofrece un puerto USB y no dispone de puerto Ethernet, lo que puede llegar a ser bastante limitante en ciertas ocasiones.

Si necesitas movilidad (quien piensa en este equipo sin duda la necesita) deberás hacerte con un hub USB que además te ofrezca conectividad Ethernet. Al margen de la incomodidad que supone ir colgando con él como si fuera un collar a mí me ha dado problemas para disponer de conexión a través de un módem USB (de los que dan los operadores) y a la vez tener conexión Ethernet.

El dock es una excelente opción si se va a usar el equipo en oficina.

La solución que ofrece el fabricante para cubrir estas necesidades es su propio dock que ofrece una conectividad óptima, pero que lógicamente nos limita la movilidad más teniendo en cuenta sus dimensiones y peso.

Al margen del puerto USB el equipo ofrece la conexión de vídeo a través de un puerto Display Port que entendiendo que es la mejor opción para ser lo más flexible posible obliga a añadir al equipo otro collar como el que comentábamos para mejora la conectividad USB / Ethernet.

En definitiva, la conectividad es quizás el único factor que puede considerarse como limitante dentro de las características del equipo y que a pesar de ser fácilmente solucionable puede suponer un problema en determinados ámbitos de uso del equipo.

Autonomía

A nivel de autonomía la Surface me permite cubrir sin problemas mis principales usos fuera de conexión (viajes en tren y avión) y he tenido el equipo desconectado de la red más de 3-4 horas sin ningún problema. También es cierto que esa falta de necesidad me ha llevado a investigar muy poco sobre los perfiles de energía disponibles ya que únicamente me centro en jugar con el brillo de la pantalla si quiero estar relativamente tranquilo con la duración de la batería.

Como siempre la evaluación de si es poco o mucho dependerá de las necesidades de cada uno. Para mí es más que suficiente y estoy seguro que con un poco de configuración de los perfiles se conseguirá optimizar ese dato de autonomía que yo os indicaba.

Conclusiones

Como he comentado en el apartado de usabilidad creo que el principal elemento de juicio para pensar si la Surface es lo que necesitas es si en un momento dado se tiene pensado usar alguna de las funcionalidades que una tablet te puede ofrecer. En mi caso sólo con la toma de notas está más que justificada la elección.

Si no es así en la batalla contra un Ultrabook de gama alta puede quedar en mal lugar, pero como digo lo principal es analizar para qué vamos a usar el equipo.

La Surface Pro 4 es el equipo perfecto para aquellos que busquen movilidad y necesiten alguna de las funcionalidades que una tablet puede ofrecer.

Como conclusión, pese a mis reticencias iniciales debo decir que estoy absolutamente encantado con el equipo ya que me ha permitido mejorar mi productividad (toma de notas), ganar en comodidad para viajar (tamaño y peso ideales y ahorro de llevar una tablet encima) y no me ha limitado a nivel de rendimiento frente a mis equipos anteriores.

Espero que mi experiencia os sirva a alguno de vosotros para tomar una decisión de este tipo que en definitiva nos ayuda a estar más o menos a gusto en nuestro trabajo u horas de ocio.